Cuerpo sano y ánimo sereno favorecen el desarrollo espiritual

Buscando lo saludable en el cuerpo

Si los clásicos decían «Mens sana in corpore sano«, tanto más para un correcto desarrollo espiritual.

Por lo tanto, para mantener un buen estado de salud espiritual, se requiere un buen estado de salud corporal. Cuerpo, alma y espíritu han de encontrarse en perfecta armonía. La salud, desde este punto de vista físico se relaciona con el equilibrio. La enfermedad aparece cuando existen polarizaciones hacia un lado u otro.

Se trata más de ponerse en un camino para alcanzar la salud y en lo que se debe llevar a cabo y lo que conviene evitar, que en mantenerse en un buen estado de salud. Es decir la responsabilidad de cuidar el propio cuerpo, uno de los principales regalos que tenemos.

El ánimo sereno

Si las alteraciones anímicas son intensas, resulta muy difícil poder conectar con la parte espiritual que se expresa en lo sutil. Por ello, se debe tender hacia una ecuanimidad, que permita mantener una serenidad.

Para ello, conviene prestar atención a las impresiones que nos vienen desde el exterior, tratando de acogerlas con tranquilidad evitando juicios que exalten la parcialidad y los extremos.

Renunciar a lo inmediato

Otro punto de trabajo será renuncia a las recompensas inmediatas. Por ejemplo, un hábito tóxico (fumar) puede proporcionar un placer inmediato, sin embargo, saberse capaz de haberlo dejado, aporta a la persona una satisfacción más profunda y duradera.

Ser capaz de posponer la recompensa inmediata es uno de los rasgos de la inteligencia emocional algo que se puso de manifiesto en el famoso experimento marshmallow, (golosina)

Se puede ver en este divertido vídeo.

El Yo interior es capaz de serenar nuestro ánimo

Mediante el trabajo interior somos capaces de determinar donde ponemos nuestra atención e intención.

Si tomamos conciencia seremos capaces de ser mucho más que nuestros pensamientos y emociones para que estos no tomen el mando de nuestro ser. De esta manera no nos desbordaremos emocionalmente y seremos dueños de nosotros mismos.

Si quieres conocer las siete sugerencias para el desarrollo espiritual

1. Un cuerpo sano y un ánimo sereno favorecen el desarrollo de un espíritu sano
2. El desarrollo espiritual ha de ir en paralelo al progreso en la ética de la persona
3. La importancia de los pensamientos y los sentimientos en el desarrollo espiritual
4. Tomar conciencia de que la esencia del ser humano reside en el interior y no en el exterior
5. El desapego de los resultados
6. La gratitud
7. Vivir una vida armoniosa

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