La segunda sugerencia de las siete que aporta Steiner para progresar en el desarrollo espiritual consiste en lo que él llama Sentirse miembro integrante de la vida entera y que consiste en que este se den al mismo tiempo pasos en el progreso ético,

«Si el hombre se conoce a sí mismo:

el yo se le convierte en mundo. 

Si el hombre conoce el mundo,

el mundo se convierte en yo»

Rudolf Steiner

Esta frase complementa la frase del oráculo de Delfos, de conócete a ti mismo

Y es que Rudolf Steiner define como segunda condición para desarrollarse espiritualmente el sentirse miembro integrante de la vida entera.

La existencia de cualquier ser humano forma parte de una existencia mucho más abarcante. Esto lleva hasta un sentimiento de pertenencia a sistemas mucho más grandes que uno mismo, la creación, la humanidad

Pero este hallazgo no es solo meramente intelectivo, sino que en este viaje recíproco; de ida y vuelta hacia el mundo; en el que uno puede sentirse corresponsable con todo lo que acontece. Como se puede observar en estos versos de Thích Nhất Hạnh, monje budista zen.

Soy una rana que nada feliz

en el agua clara de un estanque,

y soy la culebra que se acerca

sigilosa para alimentarse de la rana.

que puedes encontrar al completo aquí.

El desarrollo espiritual va de la mano de la vida práctica

No puede existir un desarrollo espiritual de nadie si no existe en paralelo un progreso en la vida práctica diaria. Cualquier paso se acompaña de un compromiso con el mundo, con la naturaleza, con lo social, con lo económico y con todo aquello que afecta a la humanidad. El proceso de crecimiento interno no puede ser algo solo beneficioso para uno mismo, sino que debe repercutir en el avance de la humanidad.

Por eso, Rudolf Steiner él también procede la frase Antes de dar un paso en el conocimiento, dar tres pasos en la virtud.

Es una manera diferente de presentar el viejo refrán castellano de A Dios rezando y con el mazo dando.

Rudolf Steiner se pregunta que habría pasado si aquel que ha cometido un delito tuviese la educación que hemos recibido nosotros y si nosotros hubiésemos tenido sus circunstancias. Esta conciencia se basa en poder determinar como nuestro Yo trabaja con las condiciones que le han sido dadas.

Además el desarrollo de la vida espiritual va también de la mano de lo cotidiano, en palabras de la mística española Teresa de Ávila que decía que a Dios se le encuentra entre los pucheros. Es decir que la vida práctica no solo es lugar para poder aportar aquello que se ha aprendido en el desarrollo interior, sino que, también es fuente de este.

Si quieres conocer las siete sugerencias para el desarrollo espiritual

1. Un cuerpo sano y un ánimo sereno favorecen el desarrollo de un espíritu sano
2. El desarrollo espiritual ha de ir en paralelo al progreso en la ética de la persona
3. La importancia de los pensamientos y los sentimientos en el desarrollo espiritual
4. Tomar conciencia de que la esencia del ser humano reside en el interior y no en el exterior
5. El desapego de los resultados
6. La gratitud
7. Vivir una vida armoniosa

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