Introducción

El Coaching es una metodología basada en buenas preguntas que faciliten al cliente la consecución del objetivo que se haya marcado. Se conocen como preguntas poderosas aquellas que permiten al coachee abandonar sus patrones y hábitos de comportamiento, aquellas que le confrontan con su realidad, aquellas que le permitan conectar con sus recursos y responsabilizarse de lo que quiere conseguir.

Las preguntas deben ser abiertas, es decir, que no lleven una respuesta implícita y que inviten a la reflexión, trascendiendo las respuestas de un simple sí o no.

También se comentó en este blog que las preguntas deben impulsar a la persona hacia delante, hacia sus objetivos y no hacia justificaciones y que, por ese motivo, es preferible emplear el para qué que el por qué.

Las preguntas no deben ir destinadas a que el coach pueda conocer más detalles, sino a que sea el cliente el que se plantee nuevas perspectivas y posibilidades hasta ahora no vistas.

Cuando una persona llega a un proceso de coaching lo hace con un objetivo.

Ya se ha hablado en este blog que este objetivo ha de pasar por un filtro SMART o SMARTER, para establecer que sea específico, medible, alcanzable, retador, temporalizado, ecológico y con una clara recompensa.

A continuación se van a mencionar unos tipos de preguntas que pueden favorecer el proceso de coaching.

Tipos de preguntas Coaching generales

Preguntas para empoderar a la persona

El coaching no deja de ser acompañar a una persona en el viaje de su estado actual hacia su estado deseado.

Para poder encontrar los recursos para ese camino, en que a veces el cliente se halla un poco perdido puede resultar de mucha utilidad hacerle preguntas que le ayuden a conectar con la fuerza interior con la que cuenta. Con este fin es muy útil que el coach identifique logros e hitos que su cliente haya conseguido a lo largo de su biografía. Las preguntas pueden ser del tipo ¿Cómo ha logrado el trabajo/los estudios que ha obtenido a lo largo de su vida? o ¿Como se ha mantenido en forma y sano a lo largo de estos años?

Preguntas para responsabilizar a la persona

Existen casos en los que la persona vive su situación como una losa ante la cual poco puede hacer.

En estos casos, suele ser habitual el empleo de sustantivos para describir su situación, algo que desde la PNL se describe como nominalización. Por ejemplo, puede llegar a decir «sufro por una mala una comunicación con mi pareja» como si ella no tuviera nada de responsabilidad en esta relación y se viera solo abocada a padecerla o sufrirla. Mediante preguntas se puede ayudar a que el coachee retome su responsabilidad en aquello que está sucediendo.

Preguntas para desresponsabilizar a la persona

Por el contrario, existen personas que han cruzado la tenue frontera entre la responsabilidad y la culpa, en ese caso se les puede preguntar si sería capaz de verlo con los ojos de un tercero. ¿Qué opinaría la persona que está sentada detrás? Incluso se la puede ayudar a tratar de separarse del problema llevándola a imaginar, si esa mencionada persona es joven o adulta, hombre o mujer, etc. Con ello se separa el problema de aquel, el coachee, que lo sufre y resulta bastante más fácil poder encontrar opciones para poder abordarlo.

Preguntas sobre los juicios

Pueden llegar hasta un proceso de coaching individuos que en su comunicación abusan de los adjetivos, elevando estos a características intrínsecas más allá de lo que podría resultar algo simplemente descriptivo. Resulta interesante desafiar esas narrativas, inquiriendo sobre los hechos que le han llevado a esa aseveración en tal grado de rotundidad. Las pregunta a formular sería, si siempre ha sido así, o si existen excepciones, abriendo posibles brechas que lleven a mirar la situación desde una nueva perspectiva.

Este artículo tiene una segunda parte:

Preguntas sistémicas

En otros dos artículos se describen otras preguntas que suelen ser más frecuentes en el coaching sistémico.