Características de una persona auditiva

Caracterización tipo

Siempre que se hable de las características de un sistema representacional se debe tener en cuenta que solo es una aproximación o un modelo, no pretendiendo ser esto una descripción literal y absoluta de la personalidad, dado que las personas van mucho más allá de este o de cualquier modelo. Además se debe tener siempre en cuenta que todo el mundo tiene todos los sistemas representacionales. Por tanto, puede ser que esté empleando uno determinado en ese momento, bien sea porque es el que más está acostumbrado a emplear, bien porque crea que es el que le resulta más útil en este momento de su vida.

Una persona, que se comunica de manera preferente de forma auditiva, da gran importancia al tono, volumen, ritmo y timbre en una conversación. Este tipo de oyentes ponen el acento de la comunicación no en aquello que se dice, sino en la manera en que se hace.

Son personas que no requieren mirar a su interlocutor, ofreciéndole, en cambio toda la atención a lo que perciben a través del sentido del oido.

Son personas que hablan en público y que son capaces de manejar los recursos de modificar el volumen, el tono o del ritmo en sus discursos para hacerse con la audiencia. Cuando uno les ha escuchado en una charla uno se deja arrastrar por esa manera de comunicar, pero luego uno es incapaz de reproducir el contenido de la charla.

Les encanta la música y dentro de esto géneros de improvisación como el jazz. No escuchan música como vehículo de emociones, sino que son capaces de analizarla, captando matices que pasan desapercibidos a la mayoría de las personas.

A la hora de comunicarse emplean expresiones del tipo «inaudito», «hacer oídos sordos», «nunca lo había escuchado antes», etc.

Como comunicarse mejor con una persona auditiva

Lo primero a decir es que el sistema auditivo no suele ser el preferente en las personas, pero para comunicarse con aquellas que se relacionan de esta manera con el mundo se debe estar atento ya que les molestan los ruidos y las estridencias.

Es, por ello, que se debe prestar atención al volumen y tono que se emplea a la hora de la comunicación, dado que ellos perciben más por la voz que por las palabras.

También resulta importante a la hora de lograr una buena comunicación, el encontrar un espacio con silencio de manera que la persona auditiva pueda centrarse en el sonido de las palabras y no se vea distraída o importunada por ruidos que la hagan sentirse incómodo y ausentarse de la conversación.