Las necesidades que están detrás de las emociones
Las necesidades que están detrás de las emociones pueden ser muchas y para describirlas emplearemos un nuevo modelo.
El primero en describir las necesidades que se encuentran detrás de la motivación y de los comportamientos de las personas fue Abraham Maslow, autor de la famosa Pirámide de necesidades.
Las necesidades que están detrás de las emociones
Este modelo se basa en el gestaltista belga Georges Pierret que habla de tres necesidades básicas para el desarrollo del ser humano:
Necesidad de amor
La necesidad de establecer relaciones con otras personas resulta básica para el ser humano. Pasa por sentir el placer de que el «otro existe».
El no tener cubierta esta necesidad se manifiesta con tristeza y el hecho de sentir que se está satisfaciendo se manifiesta mediante la alegría.
Necesidad de seguridad
La necesidad de seguridad va variando en el transcurso de la vida. Comienza con la necesidad de presencia de la madre que asegura alimento y protección. Posteriormente la responsabilidad de cubrir esa necesidad de seguridad va recayendo en uno mismo y para ello se requiere comprenderse y entender el mundo. Así la persona trata de aprender y de desarrollar sus inteligencias.
Cuando esta necesidad no se encuentra satisfecha la persona lo manifiesta mediante el miedo. Una emoción que se puede ver involucrada en la pérdida momentánea de la seguridad es la sorpresa, que prepara para la siguiente emoción que la seguirá. Esta puede ser de miedo, lo más común; de alegría y expansión; de tristeza; de asco o de enfado.
Necesidad de libertad
La libertad es uno de los anhelos más profundos de todo ser humano. Comienza manifestándose en el niño que quiere moverse y explorar el mundo. Continúa con las rabietas que coge para reafirmar su voluntad en contra de las imposiciones. En la adolescencia el hijo quiere hacer si vida más allá de sus padres y de los criterios de estos con su rebelión. En la madurez la persona sigue anhelando esta libertad que ha de conquistar, no sin esfuerzo, para mantener sus propios criterios.
El esfuerzo maduro, la rebelión adolescente, las rabietas infantiles ponen de manifiesto la emoción que aparece cuando esta necesidad de libertad se ve amenazada; que no es otro que la de la ira, cólera o rabia.