El cuarto orden de ayuda: Empatía sistémica
El cuarto orden de ayuda establecido por Bert Hellinger, de los cinco que él describe también se puede denominar Empatía sistémica.
El cuarto orden de ayuda: Empatía sistémica
La plena mirada sistémica
Cuando alguien quiere ayudar, acompañar, servir, cuidar a otra persona, ha de tener en consideración que esta persona pertenece a varios sistemas. En este blog ya se ha comentado lo que ello implica.
La plena mirada sistémica consiste en tratar de no pasar por alto a ninguno de los elementos que pertenezcan al sistema de la persona con la que se está trabajando. También se debe identificar a qué sistema o sistemas afecta el problema que está comentando la persona. Es decir, tenerle en cuenta a él y a su sistema.
Estar atento a qué personas trae el cliente y a qué personas olvida o ignora
Si se está llevando a cabo una sesión de coaching sistémico, el coach ya sabrá que ha de estar atento a todas las personas del sistema relacionado con el problema del cliente que éste menciona. Pero, sobre todo, a quien no está mencionando, bien porque las está ignorando, bien porque se ha olvidado de incluir.
En muchas ocasiones son esos ignorados los que encierran la clave del problema y, por tanto, el prestarle atención puede ser el primer paso para abordar el caso.
Hacerse cómplice de aquel que está generando el problema
A veces, es necesario que el coach se «haga pasar por cómplice de aquella persona que es la responsable de estar causando el problema» del cliente.
El coach puede llegar a mostrar «lo más feo», «lo que apesta» para mostrárselo al cliente. Este al encontrarse en un ámbito de seguridad emocional puede aprender de esa difícil situación.
El «ayudador» es el último en llegar y será el primero en irse
Es muy interesante en la perspectiva del orden sistémico, que el ayudador, ya sea el coach, terapeuta, etc. cuando entra en contacto con el ayudado es el último en llegar a ese problema que se plantea y será el primero en irse. Esto según el principio de orden hace que el ayudador ocupe un lugar nada prominente en el problema.
El propio ayudador también cuenta con sus sistema
Cualquier persona que desee ayudar tiene que, al menos saber en qué armarios guarda fantasmas, aunque no sea todavía capaz de deshacerse de ellos.
Para llevar a cabo eso debería tener bien colocado sus sistemas, especialmente, su sistema de origen.