Claves para una buena conversación desde la PNL (I): La calibración
Introducción
La PNL (Programación Neurolingüistica) nos da una serie de pasos que pueden facilitarnos un buen diálogo a través de lo que se denomina en esta disciplina la calibración.
La calibración
Observar sin evaluar
Para calibrar es fundamental la capacidad de separar el acto de observación, a través de los sentidos del acto de interpretación de lo percibido.
Lo primero a hacer es agudizar los sentidos, tratando de captar todo lo que se relata a continuación. Para evitar hacer juicios, ante cualquier descubrimiento y, sobre todo, ante cualquier incongruencia entre lo que dice y el como lo dice, es conveniente preguntarle a la persona que se tiene en frente para corroborar aquello que se haya creído identificar.
Así pues, conviene estar atentos, tanto a los comportamientos, como a las palabras :
Comportamientos que indican como puede estar el interlocutor:
Se debe prestar atención a:
Gestos, postura y lenguaje corporal
Se comienza estudiando como es su lenguaje corporal, si los gestos, son muy marcados. Si acompaña y apoya sus expresiones verbales en ellos. La postura de su cuerpo puede indicar fuerza o, por el contrario, cierto cansancio o desánimo.
Gestos faciales
Se puede observar si la persona se ríe, o tiene una expresión de miedo, de tristeza o de enfado.
La voz
En este caso se debe estar atento a su volumen, si habla en un tono de voz alta, casi llegando al grito, que puede mostrar cierta ira o miedo, o, por el contrario emplea un tono bajo, que podría estar indicando tristeza o preocupación
El ritmo puede analizarse, desde el punto de vista, de si es pausado o se encuentra acelerado.
Percibir el tono también resulta muy importante si es más agudo que puede indicar que la persona se encuentra más fuera de si; o si es más grave, que indica cierto ensimismamiento. Siempre se debe tener en cuenta el tono basal que la persona posea de por si.
Las palabras
Estas suelen ser el verdadero portador del mensaje. Además del propio análisis de su contenido, se puede prestar atención al empleo de palabras con un fuerte contenido negativo, al empleo de expresiones altisonantes o, incluso de tacos.
La respiración
Se puede estar atento al ritmo de esta que suele reflejar el estado emocional de la persona con la que se mantiene el diálogo.
Otras microexpresiones
Los pequeños movimientos de la boca, la nariz ojos y cejas se reflejan mucha información de gran valor, que nos puede indicar la predisposición a la conversación, o, incluso la veracidad de lo que se está diciendo.
Las calibraciones primarias
En este caso se trata de observar el estado emocional en el que se encuentra la persona con la que estamos, para poder adecuar lo más posible nuestra conversación, y que esta obtenga los resultados más provechosos de cara a la comunicación entre ambos.
Para, mediante la observación de un comportamiento externo, poder suponer un estado interno asociado y actuar en consecuencia al estado de la persona.
Así las seis calibraciones primarias que existen son:
Positiva-activa
La persona se encuentra en un estado feliz, con alegría que expresa, tanto en la cara, como en su cuerpo, incluso en sus palabras.
Positiva-pasiva
En este caso la persona se encuentra en un estado de alegría interna, pero más calmado, menos explícito, ya que domina la calma en su cuerpo y en su rostro.
Negativa-activa
La persona se encuentra en un estado de enfado que puede llegar a la ira, incluso, a cierta agresividad.
Negativa-pasiva
Este estado de ánimo de la persona se vincula con la tristeza.
Estado de interés
La persona se halla en el mejor estado para el aprendizaje, dado que muestra curiosidad y apertura por algo nuevo.
Estado de toma de decisiones
A diferencia de las anteriores no es tanto un estado emocional como una estrategia para poder tomar decisiones, la persona se encuentra en un momento de pasar a la acción.
Una vez calibrada la persona y conociendo su estado representacional se puede iniciar ya un diálogo con ello siguiendo para ello una serie de pasos.